sábado, 24 de agosto de 2013

Un día de lujo.


Hace unos tres días, mas o menos, mi amor me invitó a ir a un hotel...




No es lo que están pensando, cochambrosos... Su papá trabaja en dicho hotel 5 estrellas, por lo que el tiene un trato "especial" y aparte de todo, tiene la opción de que puede invitar a quien el desee y a esa persona invitada no le cobran absolutamente nada. Suena bien no?




Mi pareja le pidió a su papá que nos dejara estar ahí todo un día y sorprendentemente, le dijo que si.

Ella y yo quedamos de vernos a las 9 de la mañana para llegar a desayunar allá, tomamos la combi y el viaje empezó, primero que nada, fue algo incomodo ir en la combi con mochila que aunque no llevaba varias cosas su hacía bulto.

Al llegar subimos al restaurant y ese día era día de buffet, nos sentamos a la mesa y entonces llegó su papá. Hagamos un paréntesis aquí, su papá y yo no hemos platicado nunca, de hecho esa la primera vez que lo iba a saludar, así que me sentí algo incomodo... bueno, muy incomodo. Él llegó y se sentó con nosotros a desayunar, yo y mi novia nos paramos a servirnos algo del bufet, yo agarré un poco de todo y de hecho creí que no me lo acabaría pero wow, mis respetos para los cocineros del hotel misión, cocinan muy muy rico, si me acabé todo.



Después del desayuno pensábamos ir a andar en bici (las prestan ahí en el hotel), su papá se fue a asuntos de trabajo y nos dejó guardar nuestras cosas en una oficina. Fuimos a las bicis y anduvimos un buen rato, debo decir que hace tanto que no andaba en bici que prácticamente volví a aprender ese día.

Ahora, en las bicis pasó algo que yo creo que no olvidare en buen rato... principalmente, en cuanto me subí a la bici noté que el asiento estaba muy duro e incluso lastimaba el trasero y estaba muy alto. Anduvimos dando algunas vueltas y yo creo que por lo mismo de que no tengo práctica con la bici, me caí unas dos veces... y la tercera fue la vencida. Había una pequeña bajada en la cual la velocidad aumentaba mucho, a tal grado que se soltaban los pedales (era de velocidades la bici) y perdías el control del manubrio poco a poco, pues a mi se me ocurrió bajar por ahí sin pensar en las consecuencias... Un autobus de turismo estaba estacionado tapando la vista y creando un punto ciego en el cual no ves la carretera delante de la bajada, ese fue mi erro: no fijarme en eso.



Iba super rápido, sentía que volaba en esa bici, iba bajando e incluso pedaleaba más... entonces salió un coche justo enfrente de mi, no logré esquivarlo a tiempo y cuando intente poner los frenos salí volando, la bici cayó sobre mi, mi cabeza golpeo en el costado del auto y sin embargo cuando me levante, solo pude reírme, en ese momento de adrenalina cuando vi venir el auto, me sentí vivo, emocionado y no tuve una erección solo porque al mismo tiempo me dio miedo morir.

Después del buen golpe que me llevé me subí a la bici y seguí andando todo adolorido, mi novia se espanto mucho pero lo peor que puedes hacer es seguir doliéndote porque solo hacemos que la gente se preocupe. Varias vueltas después fuimos a la oficina donde estaban nuestras cosas para tomar un poco de agua para el cansancio.

Cuando llegó su papá nos entregó la tarjeta de su habitación para que ahí descansáramos y guardáramos nuestras cosas, eso hicimos y después nos fuimos a nadar. La alberca era algo pequeña pero yo no soy un nadador olímpico así que estaba perfecta para mi. Estuvimos nadando y jugando hasta el cansancio, incluso agarramos unos flotadores y nos pusimos a jugar con ellos, nunca supimos de quien eran. Estaban prohibidas muchas cosas en esa alberca pero aun así me gusto mucho, no obstante es un punto negativo para el hotel.


Cuando ya estaba super cansado, con hambre, desvelado y sin ilusiones... Ok no, pero si estaba cansado, nos fuimos a cambiar y luego al restaurant para comer-cenar.

Yo pedí una entrada de chalupas que estuvieron muy ricas pero la verdad yo no las pagaría, después pedí un espagueti con boloñesa, muy rica también y al final una milaneza de res, sin olvidar también mi postre de helado de vainilla. Mi novia también pidió varias cosas que si las hubiésemos pagado nos habría costado un ojo de la cara, esa es de las ventajas de que su papá trabaje allá.

En fin, ha sido de los días (sino es que el único...) en los que me he sentido como un millonario.

Mi aprendizaje es que estar así comiendo sin preocuparme por el dinero y estando en un hotel de lujo, me ha gustado, para eso necesito dinero y ese es el problema, como conseguirlo...


No se como ni se cuando pero algún día ganare mucho dinero y haré lo que yo quiera. Ojala.



Sin mas por el momento, me despido, chau chau.





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